XXX

UNO Y DOS.

1 y 2.


1

La peor espada es el silencio

donde la muerte habla.

¿Será por eso

que deseo y temo tu boca?

Cuando estamos solos

los dos

y toco tu mano

y toda tú me miras desde tus grandes ojos quietos:



temo que no hables

y quedar todo yo atrapado

en el silencio de tu interrogante.


2


Duermes,

pequeña,

florcapullo que respiras

en la tranquilidad de mi costado.

Yo veo mares en el techo

con sus barcos,

un inmenso lago donde nadas

ingrávida sobre el agua,

música que la noche canta

más allá de la ventana.

Esta ternura ahora

es sólo mía,

tú duermes…

perdona mi egoísmo,

mis viajes por tu sueño.




15/10/2008




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