Mientras soñaba,
tome de un árbol el verde sonido de sus hojas,
del humo el baile que deja el humo
en el aire lleno de un humo quieto
en la música del sueño.
Las horas se perdieron con mi cara;
formaron días de barro y lluvia
para llevarse mi nombre.
Al despertar:
me quede con el verde,
con el agua o con el barro o con el humo
que juegan su vaivén de nubes en un cielo pasajero....
ya sin horas,
sin nombre,
en una cama
sin límites.
09/02/2009.
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